Las bodas de oro son un acontecimiento muy especial. Cada vez son menos las parejas que consiguen cumplirlas y las que lo hacen deben de celebrarlo por todo lo alto. Cincuenta años, nada menos, desde el momento en que se han casado, lo que significa que hay que sumar alguno más de noviazgo en la mayor parte de los casos.
Muchas parejas quieren celebrar sus bodas de oro por todo lo alto y deciden hacerlo de una forma muy especial, volviendo a “casarse” con una bonita ceremonia que incluso puede tener un aire religioso ya que no son pocos los curas que se prestan para llevar a cabo este tipo de celebraciones. Otras, prefieren darle un aire más festivo y menos solemne a la ocasión y organizan alguna ceremonia divertida e informal en la que vuelven a declararse su amor en compañía de hijos, familia y amigos.
Y aunque en estos casos los regalos no son como en las bodas, por parte de los hijos sí que se espera algún tipo de obsequio especial. En algunos casos, el regalo es la misma celebración que se convierte así en una sorpresa para sus padres. Para hacer esto tienen que estar muy seguros de que los padres no estén organizando nada para no acabar pisándose los planes.
Otros, les regalan una luna de miel que, en algunos casos, es la primer real ya que el viaje de los novios no era algo tan habitual en los años setenta y muchas parejas simplemente, no podían permitírselo. Como más vale tarde que nunca, el viaje de novios soñado puede ser una gran forma de celebrar medio siglo de vida en común y permitir a los padres demostrar que todavía les quedan romanticismo y ganas de hacer cosas en pareja.
También puede hacerse otro tipo de obsequio especial y que puedan lucir siempre, como una pareja de relojes Patek Philippe Vigo a juego. Un auténtico lujo que les encantará y que les permitirá tener un recuerdo constante de una fecha tan especial. Esta marca está especializada en relojes de gran calidad con un toque clásico, con modelos deportivos y otros más lujosos para elegir los que mejor se adapten a la personalidad de la pareja. Unos relojes que podrán lucir en cualquier ocasión y que se convertirán en imprescindibles.